domingo, 31 de octubre de 2010

Perdón, maestro.

Tinta y acrílicos sobre papel ( 21 x 29 cm)


La que pasó fue una semana "Gimeniana". Tuve el agrado de conocer en persona al maestro Juan Giménez en una conferencia, empanadas y vino mediante. Luego asistí a una clase pública sobre rudimentos para encarar la realización de una historieta; cosa que devino en una charla y preguntas de sus fanáticos sobre todo tipo de temas relacionados al noveno arte y que se desvió un poco de lo principal pero bueno, el entusiasmo es así. Otro día, cuando llevé a mi familia a ver la exposición, adquirí uno de sus libros firmados. Sobredosis de fantasía al por mayor.
Quería contarles que mi primer incursión en el dibujo fue a través de la historieta; en principio las hacía inspirado (léase robadas) de las de editorial Columba como El Tony, Dartagnan, Skorpio más adelante, Cimoc cuando tuve plata para comprarlas usadas. Llegué a hacer una de una guerra espacial (era la época de Star Wars, por eso aclaré lo de robar) de 100 páginas en un cuaderno Rivadavia tapa dura, cuando tenía 11 años. Nunca me importó cuánto era original o no; sabemos todos que la creación artística se basa en millares de recuerdos fragmentarios.
La historieta es mi género favorito; a través del tiempo, me ha llamado seductoramente variadas veces para que la abordara. Soy del tipo de la fantasía heroica, bien ilustrada, a color si se puede. Digamos que es como lo más fácil de hacer.
Ahora, en mi vida adulta, estoy algo escaso de guiones. La pérdida de mi niñez ha pasado su factura . Pero me sigue gustando, y mucho. Y estoy haciendo algo, como verán más adelante.

Les dejo abajo unas pocas páginas de esa historieta que hice de niño y que atesoro como mi legado más preciado. Espero que les guste, o por lo menos, que les dé ternura. Un abrazo. Zippo.





sábado, 16 de octubre de 2010

Salvaje, natural, en reposo.


Oleo sobre fibrofácil, ( 50 x 60 cm)

No se me ocurre mejor expresión de nuestra naturaleza, que la de sus criaturas en su hábitat, comportándose sin advertir la presencia humana.
Éste lo estuve haciendo durante el año pasado, lo dejé olvidado en el taller de mi profesora, lo rescaté y lo terminé hoy. Pretende expresar la belleza y vitalidad contenida de animales salvajes en reposo, en este caso tres leonas; grandes felinos que, dicho sea de paso, son la expresión más acabada de la perfección y síntesis de armonía que la naturaleza ha brindado.

Espero que les guste tanto como a mí. Se ha transformado en uno de mis favoritos. Un abrazo. Zippo.

Detalles del cuadro: