
"Zippo, que estaba hecho migas
se mandó en una picada
chistando a su mala sombra
sin copiloto ni nada
Zippo va camino del infierno, cagando leches!
no supo repartir sus fichas y su cielo ennegrece...
Nunca fue un listo de pesos
siempre un listo de centavos.
Su boca arde en maldiciones
que se tragan mal.
Se va gritando -¡cruz diablo!
por pura cortesía.
El himno de Tangópolis le dice (como al oído...)
que sus aventuras pegan mal y anuncian poco.
El tipo maduró pronto
y se pudrió bien temprano
un barro que asfixia esa anguila es la salvajada
Si el perro es manso come la bazofia y no dice nada
le cuentan las costillas con un palo a carcajadas
Demasiado los moretones
muy pocos encantamientos
Son tantos los cocineros que joden la sopa.
Su rocanrol sangra oídos
ya que Dios le truchó el boleto
Zippo, una risa de mil dientes
cargados de azufre."