Esto comenzó siendo un ejercicio para ablandar mano a fin de comenzar un cuadro. Y quedó tan redondito, que lo terminé con lápices de colores.He hecho un montón de cosas usando ese mismo proceso accidental; en vez de elaborar un trabajo mediante definición, coordinación y ejecución. Será que las cosas salen así de a menudo, y que el asunto me fluye mejor de esa manera.
Quiero pintar violoncellos de hace rato, pero más me lo propongo y me organizo, más fiaca me da.Parece que funciono de esta forma.
Un abrazo. Zippo.
6 comentarios:
¡Me rindo!
Te digo que no funcionás nada mal... ¡Está buenísimo! Ya llegarán los violoncellos...
Besos.
Unser: hace rato que no se te ve. Apiadate de este amigo mendocino.
Mile: ¿De veras será así? ¿Y si estoy encaminando las cosas de manera equivocada? Quién te dice que seas considerada en el futuro como la persona que encaminó mi ruta? ¿te imaginás?
Guauuuuu!! me encantaría. :)
En serio no creo que estés errado en absoluto. La forma de un violoncello y la de una mujer son bastante similares... Arrancaste por lo que más conocés, quizás (¿o justamente lo contrario, por lo más desconocido o misterioso? Juas).
Besos.
hola Zippo, seguís por ahí? hace un tiempo que ando pensando en historietas, seguís en el tema? bueno, besos!!
Sigo, Pirlusa, por acá y pensando en historietas, también. Me escribís mail? Besos.
Publicar un comentario