
Este cuadro pretende expresar las sensaciones que se experimentan al sumergirse en un mar profundo: soledad y silencio, un leve cosquilleo cuando las oscuras aguas comienzan a rodearte, mucha calma y, sobre todo, una sensación de inmensidad y libertad, que de poder ser seres anfibios, dan ganas de quedarse a explorar el océano para siempre. Quería compartirlo con Uds. Un abrazo.